Todavía parece oírse el silbato del referí dando comienzo al partido entre el bullicio de la gente. Un portón de dos hojas de madera, pintado de blanco era la entrada a la cancha.
El alambre de tejido perimetral se cubría con bolsas prolijamente cosidas, para que desde afuera no se viera el juego y se pagara entrada. Unos añosos árboles de paraíso brindaban una hermosa sombra. El público se ubicaba de espaldas a la calle Rivadavia y los arcos estaban del lado de las calles Antártida Argentina y sobre Mozotegui.
Estamos hablando de la cancha del Club San Martín.
Por allí pasaron grandes jugadores defendiendo la camiseta del Club contra Juventud, La Martona, y otros equipos adheridos a la Liga de Lobos. También participaban equipos de la ciudad de Ezeiza.
Se armaba una cantina, con tablones y caballetes para la venta de bebidas. Las gaseosas todavía no eran populares, se preparaba el jugo de naranja con el extracto de jugo “Minerva”.
El agua… ¡Una bomba sapo de la que salía agua salada!
El hielo… las grandes barras cubiertas con bolsa de arpillera, puestas en bañeras o tanques. Los cubitos eran trozos de hielo cortados a chuchillo o martillo.
Si era un campeonato aparecían las parrillas y los chorizos. El pan, el carbón en bolsas grandes de arpillera. Las herramientas del asador: pala ancha, chapa para el viento, cuchillo y la gran tabla de madera.
En la puerta, no faltaba el caramelero, con las garrapiñadas, la vaquitas “La Martona”, pastillas “Renomé” y gomitas de eucaliptos. También, un señor que vendía naranjas; si, frutas, naranjas para comer después del partido.
Los jugadores salían de los vestuarios del club (ubicado en Libertad y Florida) precalentando esas dos cuadras entre los aplausos de sus seguidores, mientras los equipos contrarios ya llegaban cambiados y en camiones, o micros.
Ex presidentes del Club: José Meji, Sr. Brignani, Sr. Etchelar, Ing. Ponce.
El tesorero del club (desde siempre) el señor “Cacho” Juan Angel Godoy
Para recordar: Arqueros: Ruiz - León
Jugadores: Tamagno, López, Pinto, Luchetti, Raggi, Cataneo, Marquitos Martínez, Bosié, Trejo, entre otros.
Dirigían el equipo: los capitanes: Chino Aristegui, Asdrúbal Aristegui y Marcos Martinez, según la época.
En la primera los capitanes fueron: Pizzero López, Martinez.
Después, la canchita fue lugar de uso escolar para gimnasia de los alumnos de la Escuela Estrada, que funciona actualmente en ese lugar. En el predio se encuentra también la sede del Concejo Deliberante, Obras Sanitarias, y el Jardín de Infantes.
Es espacio es el mismo, el uso es diferente, por eso es bueno recordar.
En un mismo lugar en se han vivido emociones y risas, desafíos y campeonatos, ahora se trabaja y se estudia, se legisla para el pueblo. No es casual, entonces que exista también un mural en el tanque de agua que nos hace presente a José Luis Cabezas, y sobre la calle Mozotegui, el Monumento a la Memoria nos recuerda no olvidar un doloroso pasado.
El alambre de tejido perimetral se cubría con bolsas prolijamente cosidas, para que desde afuera no se viera el juego y se pagara entrada. Unos añosos árboles de paraíso brindaban una hermosa sombra. El público se ubicaba de espaldas a la calle Rivadavia y los arcos estaban del lado de las calles Antártida Argentina y sobre Mozotegui.
Estamos hablando de la cancha del Club San Martín.
Por allí pasaron grandes jugadores defendiendo la camiseta del Club contra Juventud, La Martona, y otros equipos adheridos a la Liga de Lobos. También participaban equipos de la ciudad de Ezeiza.
Se armaba una cantina, con tablones y caballetes para la venta de bebidas. Las gaseosas todavía no eran populares, se preparaba el jugo de naranja con el extracto de jugo “Minerva”.
El agua… ¡Una bomba sapo de la que salía agua salada!
El hielo… las grandes barras cubiertas con bolsa de arpillera, puestas en bañeras o tanques. Los cubitos eran trozos de hielo cortados a chuchillo o martillo.
Si era un campeonato aparecían las parrillas y los chorizos. El pan, el carbón en bolsas grandes de arpillera. Las herramientas del asador: pala ancha, chapa para el viento, cuchillo y la gran tabla de madera.
En la puerta, no faltaba el caramelero, con las garrapiñadas, la vaquitas “La Martona”, pastillas “Renomé” y gomitas de eucaliptos. También, un señor que vendía naranjas; si, frutas, naranjas para comer después del partido.
Los jugadores salían de los vestuarios del club (ubicado en Libertad y Florida) precalentando esas dos cuadras entre los aplausos de sus seguidores, mientras los equipos contrarios ya llegaban cambiados y en camiones, o micros.
Ex presidentes del Club: José Meji, Sr. Brignani, Sr. Etchelar, Ing. Ponce.
El tesorero del club (desde siempre) el señor “Cacho” Juan Angel Godoy
Para recordar: Arqueros: Ruiz - León
Jugadores: Tamagno, López, Pinto, Luchetti, Raggi, Cataneo, Marquitos Martínez, Bosié, Trejo, entre otros.
Dirigían el equipo: los capitanes: Chino Aristegui, Asdrúbal Aristegui y Marcos Martinez, según la época.
En la primera los capitanes fueron: Pizzero López, Martinez.
Después, la canchita fue lugar de uso escolar para gimnasia de los alumnos de la Escuela Estrada, que funciona actualmente en ese lugar. En el predio se encuentra también la sede del Concejo Deliberante, Obras Sanitarias, y el Jardín de Infantes.
Es espacio es el mismo, el uso es diferente, por eso es bueno recordar.
En un mismo lugar en se han vivido emociones y risas, desafíos y campeonatos, ahora se trabaja y se estudia, se legisla para el pueblo. No es casual, entonces que exista también un mural en el tanque de agua que nos hace presente a José Luis Cabezas, y sobre la calle Mozotegui, el Monumento a la Memoria nos recuerda no olvidar un doloroso pasado.
María Emilia Floriani y Anita Pfannkuche
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