ASÍ COMIENZA UNA BANDA DE MÚSICA.
Si el fuego atrae a los amigos y los convoca a reunirse la música reúne, influye y acerca a la gente con los mismos gustos, con vivencias parecidas, con ideales similares.
El sueño, precisamente, de armar una banda, un grupo musical, es uno de esos ideales. Dos o más conocidos se juntan y descubren con placer que pueden tocar varios instrumentos y a través de ellos producir música que emocione, conmueva, deleite a quienes la oyen.
Primero se empieza como una fiesta propia. Para los allegados, la familia y las reuniones. Después, a beneficio colaborando en todas las organizaciones que confíen en el grupo. Finalmente un día se dan cuenta que artísticamente son valiosos. Que tienen muchos seguidores, que crean, que generan alegría y ritmo no sólo en el grupo, sino hacia fuera.
Entonces, la banda comienza su etapa profesional.
EL COMIENZO
Cenizas se formó en 1984. Desde aquel momento y hasta el día de hoy, pasaron muchos integrantes, y muchos fueron quedando en el camino por distintos motivos que el destino les deparó. En total (contando los integrantes actuales) fueron 25 personas.
El perdurar no es sólo por el arte en sí mismo. Hay que valorar el tiempo de los ensayos, el costo de los equipos, el traslado, las cosas que se rompen y hay que reponer…
También hay que tener en cuenta los gastos de movilidad y (cuantas veces) dejar la familia, el trabajo y el descanso de lado para cumplir con responsabilidad los compromisos.
A medida que alguien se retiraba, se incorporaba otro integrante. De esta manera, el grupo fue perdurando en el tiempo.
Siempre se trabajó con vocación y amor para perfeccionar la música. Siempre se esforzaron en mantener y actualizar la calidad del instrumental y equipamiento.
Eso hace que la gente, el público, los reconozca y los siga.
El aplauso es el mejor motor que tiene la banda. Independientemente de ser un hobbie para cada uno de ellos, desde que comenzaron a tocar son conscientes que el público merece respeto cuando va a presenciar un show o espectáculo. Más allá de que sea a beneficio o pagando su entrada.
LAS BODAS DE PLATA
Hace dos años realizaron una gran fiesta con motivo de cumplir 25 años. En esa oportunidad quedo muchísima gente afuera al resultar chico el lugar (Centro de Jubilados).
Fue un espectáculo armado con un escenario de tres niveles, sonido profesional, luces de escena y en pista de baile, gigantografía con la foto que hizo las veces de marquesina durante un mes, fuegos artificiales de salón, doble vestimenta durante el show, pantalla gigante, etc.
Nos cuenta Diego Tellechea: “para nosotros fue algo de no creer... las personas formaban fila desde las 7:30 de la tarde para asistir a este evento que estaba programado para las 21 y 30 hs.”
“Recuerdo que mientras hacíamos la previa en la confitería Scilla, recibimos el llamado de nuestro personal de seguridad contratado diciéndonos que tenía que suspender el ingreso de la gente porque se desbordaba. Fue increíble! Hasta el día de hoy lamentamos que mucha gente quedó afuera.”
Y continúa Diego: “Tenemos, también, una tradición que es la de hacer el baile de fin de año. Lo realizamos todos los 31 de diciembre desde el año 2000, cuando en un ensayo se nos ocurrió hacer algo así sólo para los vecinos y algún familiar nuestro.
A medida que el tiempo pasó, el público fue creciendo hasta el punto de tener que instalar baños químicos (gracias a la colaboración de la Municipalidad ) cada vez que hacemos esta fiesta.
Jamás se nos ocurrió lucrar con esto, tal es así que la entrada es libre y gratuita y además no hay cantina.
Lo hacemos sólo para recibir el nuevo año con ganas y nada más.
El año pasado se sumaron muchos medios locales para difundir esto e incluso estuvieron divirtiéndose bailando con nosotros.”
Casi siempre crear es transgredir. El acto creador es dar vuelta un orden, es reacomodar lo establecido. Esto se ha logrado, tal vez sin darse cuenta, al incorporar distintas personas al grupo. Principalmente la juventud al lado de la experiencia.
Diego Tellechea y Javier Méndez (bajista y cantante del grupo respectivamente) que comenzaron integrando el grupo a fines de la década del 80, comparten hoy el escenario con sus hijos Brian Tellechea y Matías Méndez
UNA ANÉCDOTA, ENTRE TANTAS….
Nos relata Diego, con emoción: “En el transcurso de todos estos años hubieron miles de historias y anécdotas; pero la que más nos impactó, fue en Uribelarrea: fuimos contratados para tocar en un cumpleaños de 15. Mientras armábamos el sonido se acercó el padre de la cumpleañera y nos contó que él conoció a su esposa bailando con Cenizas.
¡Fue muy loco pensar que estaríamos tocando para una niña que era el fruto del amor de dos personas que se conocieron en aquellos bailes que organizaba Cenizas hace veinte años!”
CENIZAS 2011
En mayo de 2011 el grupo cumple 27 años de existencia. Hoy son siete los integrantes más un asistente.
Ellos son: Javier Méndez, Atilio Ponce, Diego Tellechea, Sergio Da Cruz, Matías Méndez, Brian Tellechea, Diego Da Cruz, Edgardo Crespo.
Muchas otras bandas se formarán y crecerán en nuestro querido Cañuelas. Muchos chicos ya están tocando con verdadero entusiasmo. Pero una de las primeras y con gran trayectoria sin dudas, es el Grupo Cenizas. A ellos, nuestro recuerdo y felicitaciones.
EL DATO:
Pueden buscarlos en Facebook
Allí encontrarán la información de donde tocan, hay fotos, videos, y puede ser el medio de contacto para aquellos que deseen contratar al grupo.
Anita Pfannkuche
María Emilia Floriani
los conoci en el club los guillonenses,y me parecen de lo mejor.
ResponderEliminarHermoso poder recordar por tu Blogs, estos músicos de trayectoria responsable...estoy.
ResponderEliminar